Los estudios demuestran que estar de buen humor, la risa, favorece mucho tener una vida sana, feliz, con éxito y satisfacción. Pero también es cierto que los cómicos más populares eran las personas más tristes, por ejemplo: Charlie Chaplin.
Estoy de acuerdo con la frase: “Tener un buen sentido del humor supone un buen nivel de cultura e inteligencia.” Por eso, en mi país hay un dicho: “Si quieres saber si la persona es inteligente, fíjate de qué se ríe.”
El sarcasmo es también una señal de educación. No obstante, hay que tener mucho cuidado con las bromas y los chistes, sobre todo cuando estás con gente a la que acabas de conocer; aunque, asimismo, con los amigos cercanos tiene que haber también restricciones o ciertos límites, como nunca bromear con la nacionalidad, con algunas partes del cuerpo, etc.
Se me da bien hacer a mis amigos reír. Sin embargo, no siempre fue así. Antes era demasiado tímida y tenía miedo a hacer el ridículo. Poco a poco aprendí a ser más abierta y a permitirme ser más espontánea y a perdonarme si he dicho tonterías. Es una parte crucial de ser un ser humano auténtico y feliz.
